El reciente escalamiento del conflicto entre Irán e Israel, intensificado por la intervención militar de Estados Unidos, está provocando una serie de repercusiones que ya sacuden los mercados globales, con impactos directos en los precios de la energía y efectos potencialmente profundos en la economía de México.
1. Tensión geopolítica en el Golfo y riesgo en el comercio de petróleo
Tras los ataques israelíes a instalaciones nucleares en Irán, Estados Unidos lanzó bombardeos selectivos, marcando una escalada significativa. Irán respondió con misiles y anunció la intención de cerrar el estratégico estrecho de Ormuz, por donde transita el 20 % del petróleo mundial .
Aunque hasta ahora el bloqueo no se ha materializado, solo la amenaza disparó una subida del 8%–10 % en el precio del Brent, superando los 75–78 USD por barril . Si el cerco se concreta, analistas de JPMorgan y Oxford Economics pronostican cotizaciones de 90–130 USD y se estima que esto sumaría entre 0.2 y 0.5 puntos porcentuales al crecimiento de la inflación global.
2. Mercados financieros: volatilidad y preferencia por refugios
Tras los ataques de EE. UU., los inversores se volcaron hacia los activos refugio, como el dólar y el oro, y se anticipa una corrección en bolsas si la tensión se prolonga . El índice S&P 500 aún resiste, apoyado por la fortaleza interna de EE. UU. . Sin embargo, entidades como Goldman Sachs y Morgan Stanley advierten de un riesgo de recesión moderada si Brent supera los 110 USD: contracción del PIB (-0,3 p.p.) e inflación más alta (+0,7 p.p.)
3. Impacto en México: inflación, tipo de cambio y finanzas públicas
México, todavía fuertemente dependiente del petróleo y de las importaciones de energía, enfrentaría varios efectos:
• Combustible y electricidad más caros: Una subida de 10 USD en Brent suele trasladarse al mercado interno con alzas de 1–2 pesos en gasolina.
• Inflación creciente: Aumento del costo de alimentos, transporte y energía, presionando al Banco de México a subir tasas si el fenómeno se sostiene.
• Presión al tipo de cambio: Escalada del dólar favorecida por flujos a refugio y menor entrada de capitales; el peso podría depreciarse hasta un 3 % adicional frente al escenario base, impactando importaciones y deuda en dólares.
4. ¿Cuál es el escenario más probable para México?
• Escenario base: subidas moderadas del crudo (+15 %), inflación controlada (+0,3–0,5 p.p.) y depreciación del peso (-2%). El Banxico actuaría con ajustes de tasa puntuales.
• Escenario adverso: cierre real del estrecho de Ormuz, fuerte aumento del petróleo (+75 %) y presiones inflacionarias significativas. En ese caso, podrían registrarse recesión técnica y una depreciación superior al 5%, con una respuesta más agresiva del banco central.
5. Factores mitigantes y retos estructurales
• Resiliencia energética de EE. UU.: Produce más petróleo que cualquier otro país y ha limitado el impacto real del conflicto .
• Menor dependencia global del petróleo: El uso energético por PIB se ha reducido drásticamente, lo que afloja los lazos entre energía y crecimiento .
• Iniciativas de México: Fomentar producción local de gas natural, acelerar inversiones en energías limpias y reducir subsidios petroleros para mejorar la capacidad de respuesta macroeconómica.
Conclusión
El conflicto Irán–Israel, con la participación de EE. UU., plantea un riesgo tangible para los mercados globales, especialmente en el frente energético. México, con vulnerabilidades en inflación y tipo de cambio, requiere prepararse ante un posible aumento sostenido en precios del petróleo. Se recomienda combinar una respuesta monetaria prudente, fortalecimiento de reservas de divisas y aceleración de su transición energética para mitigar los efectos de esta tensión geopolítica.
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